Después de las comidas copiosas, alimentación exagerada y abusiva… Llega enero, y vemos esos kilos de más, y con ello también nos notamos más pesados, más lentos… todo esto es causado por el proceso oxidativo y tóxico al que nos hemos sometido en esta época del año. En este momento y más que nunca necesitamos desintoxicar nuestro cuerpo de todo el exceso de alimentos al que hemos consumido. Os vamos a mostrar algunos alimentos top para este objetivo.
Piña: Es diurética, mejora la circulación linfática y combate la celulitis. Destaca por su alto contenido en cobre y manganeso, minerales importantes en el proceso depurativo. Es mejor natural que envasada. Prueba también a incluirla en las ensaladas o como guarnición de algunos platos.
Limón: Ayuda a eliminar toxinas y bacterias y a mantener un PH saludable en el cuerpo. Puedes incluirlo en tu dieta como aliño de ensaladas o tomar limón exprimido por la mañana en una taza de agua templada. Tras varios días haciéndolo, el efecto te sorprenderá.
Ajo: Tiene efecto antibacteriano, antifúngico y antiviral. El ajo es sobre todo un excelente desintoxicante para nuestro organismo. Nos ayuda a depurar toxinas, a eliminar parásitos y a liberar del cuerpo metales pesados como el mercurio o restos de medicamentos que el hígado no puede procesar. El ajo es rico en vitaminas A, B y C, muy adecuadas para estimular las funciones hepáticas. Otra de sus virtudes es la de desinflamar, de ahí que sea muy saludable consumir un ajo diario en caso de tener el hígado graso. Es más potente cuando se come crudo.
Alcachofa: Es depurativa y ayuda a limpiar el hígado gracias a sus ácidos, sus vitaminas y sus enzimas. Además, es un alimento cuya preparación es sencilla. Puedes prepararla salteada, con taquitos de jamón o con almejas, con un chorrito de limón y también en ensaladas.
Brócoli: Sus propiedades antioxidantes ayudan a eliminar las toxinas, radicales libres y el ácido úrico, purificando así la sangre y la piel. Es uno de los alimentos con más vitamina C (incluso más que la naranja) y también, es rico en carotenos, vitamina A, selenio, potasio, calcio vegetal, fibra, vitaminas del complejo B y proteínas vegetales.
Té verde: El té verde tiene un gran poder analgésico y antinflamatorio. En varias investigaciones se ha determinado que el poder de oxidación de grasa del té verde ha ayudado a bajar de peso y a estimular el metabolismo, lo que mejora la capacidad de quemar calorías actuando como un cardio protector y un poderoso diurético natural. Ayuda a regular los niveles de glucosa en la desaceleración de la subida del azúcar en la sangre después de comer. Esto puede evitar los puntos altos de insulina y el almacenamiento de grasa resultante.
Frambuesas: Si hay una cualidad que destaca en la frambuesa esa es su gran cantidad de vitamina C. 100 gramos de frambuesas nos aportan 32 mg, cubriendo el 50% de las recomendaciones diarias de vitamina C. Con menor cantidad, pero a tener en cuenta son la niacina, riboflavina, tiamina, vitamina B6, folatos y vitamina E. Su contenido en compuestos fenólicos como las antocianinas (que dan el color rojo) que juntamente con la vitamina C y E, le dan a la frambuesa una gran capacidad antioxidante.
Conociendo las cualidades de estos alimentos, muy convenientes para estas fechas que han sido de consumos excesivos y el frio invierno que nos acompaña. Porque no “vitaminar” nuestra alimentación con estos alimentos para mejorar nuestra salud, desintoxicarnos y tomar un extra de vitaminas y antioxidantes esenciales también para sobrellevar el invierno y mantenernos así con el sistema inmune más fuerte.